Los modelos de gestión del Capital Humano, de las Personas han cambiado en los últimos años. En el pasado, las empresas basaban la búsqueda de sus mandos intermedios en métodos teóricos como podría ser el análisis del puesto. Sin embargo, la globalización y la consecuente competición global, han provocado un aumento de la variabilidad y competitividad en el entorno laboral.
Hoy en día, las empresas no pueden garantizar a sus empleados una carrera de éxito a través de un empleo para toda la vida. Por tanto, los mandos de las empresas han de poder cumplir con los requerimientos variables de cada trabajo. Esto hace imprescindible el uso de sus propias competencias, así como una inversión continua en el desarrollo de las mismas. De este modo, las empresas han adoptado sistemas de gestión de personas por competencias. Esto les permite contar con empleados que les ayuden a articular el futuro. Es decir, estos modelos señalan lo que la compañía aspira a hacer, ayudando a los empleados a avanzar en esta dirección, innovando y aportando valor.
Un modelo por competencias quedará definido por las competencias que mejor se adapten a la estrategia de la empresa. A su vez, cada competencia se dividirá en niveles a través de una escala, los cuales quedarán definidos por la descripción de unos comportamientos. Esto implica, que cada función o puesto de trabajo requerirá de un nivel en cada una de las competencias que lo defina.
BPC trabaja con sus clientes para seleccionar las competencias clave en la estrategia de la compañía. Asimismo ha desarrollado una metodología con el objetivo, en primer lugar, de evaluar a los mandos intermedios según estas competencias y poder, de este modo, seleccionar a los empleados con potencial para desempeñar un puesto de encargado. Posteriormente, se trabaja con estos empleados con el fin de mejorar y desarrollar su nivel competencial y que sean capaces de cumplir con los requerimientos del puesto.
La fortaleza del coaching de BPC reside en trabajar en el entorno habitual del mando intermedio. Para ello trabaja en colaboración con ellos, acompañándoles en su labor diaria y ofreciéndoles un feedback continuo en relación a sus comportamientos y decisiones, con el objetivo de reforzar las conductas apropiadas y desplazar las erróneas. El resultado final del coaching es la alineación de las conductas y decisiones del mando con la estrategia marcada por la dirección y obtener lo mejor que puede dar cada uno en el desempeño diario de sus funciones.
El empleo de psicólogos para realizar el coaching, puede no ayudar a conseguir resultados. Un psicólogo trata de comprender por qué un mando actúa de una determinada manera, pero desconoce cuáles son las conductas apropiadas, ya que ni conoce los procesos de fábrica, ni las magnitudes que van a medir el éxito en el desempeño del mando. Esto lleva al mando intermedio a tener la sensación de que el coach no habla su mismo idioma y cuestionar su aportación. Por otro lado, un psicólogo va a emplear mucho tiempo en la búsqueda de los mecanismos internos de pensamiento del mando. Este enfoque retrasa y aporta menos valor.
Los consultores de BPC sí hablan el idioma de la Dirección y de los Mandos Intermedios, ya que son en su mayoría ingenieros o antiguos directores de departamentos con amplia experiencia en el terreno. Por tanto, conocen los procesos de negocio y cómo se aporta valor. Asimismo evaluarán a los mandos intermedios en función de hechos objetivos como son sus decisiones y conductas, no en función de sus antecedentes, circunstancias u otras interpretaciones subjetivas.
Por las razones anteriores, BPC tiene mucho que aportar en el desarrollo del perfil competencial de sus mandos intermedios, que van a ser el motor principal para alcanzar la excelencia en la ejecución de la estrategia de su Compañía.
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